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martes, 13 de diciembre de 2011

BREVE DISERTACIÓN INCOMPLETA SOBRE EL ROCK EN LA CAPITAL DE LA SALSA EL ROCK CALEÑO ESCENAS SIN SECUENCIAS Y MÚLTIPLES DESENCUENTROS

BREVE DISERTACIÓN INCOMPLETA SOBRE EL ROCK EN LA CAPITAL DE LA SALSA EL ROCK CALEÑO ESCENAS SIN SECUENCIAS Y MÚLTIPLES DESENCUENTROS





En nuestro Cali actual hay más de cien bandas de rock en todas su variedades y tendencias, de las cuales solo un 10% han logrado hacer una grabación profesional y de esas que muestran orgullosas su CD, solo pocas tienen la suerte de sonar de vez en cuando en la radio. Mientras otros ritmos musicales han llegado y se han quedado como propios trasformando la identidad musical de una ciudad aferrada al desvencijado eslogan de la salsa. Casi todos algunas vez en la vida hemos soñado con estar al frente de un escenario, brillar con las luces, entre el humo y lanzar nuestra voz al publico por medio de miles de watts de sonido que estremezcan una multitud enardecida de fanáticos que corean tu nombre.


Todos después de la deserción infantil de ser bomberos, soñábamos que con una guitarra en la mano podíamos conquistar el mundo, allí estaba la música: utopía de viajes, viejas, dinéro y fama, ¿quién no quiso ser Elvis, Santana, Jamiroquai o por lo menos, Oscar Golden,? por eso después de clases en bachillerato la reunión era en casa de algún amigo más permisivo que nos prestara su patio, y allí con instrumentos que medio sonaban tratábamos de imitar, a sí se escuchara patético los temas de Soda Stereo, Pink Floyd, U2, y nos creíamos Alice Cooper mientras los vecinos se atrincheraba en los armarios. El rock: una música que al mismo tiempo significa un estilo de vida, necesita todo un proceso de interiorización y vivencia, para ser verdaderamente comprendida, el rock es un sentimiento que se mete en los poros de la piel y nos invade de duendes musicales, un fenómeno que por múltiples factores en nuestra ciudad no se ha vivenciado realmente, solo vivimos las modas comerciales que nos tiran para donde los mercachifles de la felicidad lo desean. Por eso el rock no ha dejado de ser moda de megaconciertos, falsa rebeldía y poses pasajeras.



PROTOGENESIS CRIOLLA: A finales de los 50's llegó el Rock n' Roll a Colombia en las voces de Enrique Guzmán y Cesar Costa desde México que, fueron los encargados de cantar en español la música de Little Richard y Elvis Presley pero el verdadero Rock n' Roll llego en 1964 por cuenta de la Beatlemanía, virus mundial que arrastraba multitudes de fanáticos como si del mismo Papa se tratara, en Colombia aparecen “los Speakers” y “Los Flippers”, tocando en heladerías y auditorios de Bogotá, contagiando localmente la fiebre que hacia delirar al mundo joven. No se hizo esperar la nueva ola de los "Los Danger Twist", "Los Yetis" de Medellín, los cuales tocaba éxitos del cuarteto de Liverpool, y ya en un género más romántico el "Club Del Clan" con Oscar Golden y Vicky hacen de las suyas con su ye, ye, y go, go. A fínales de los 70´s se podía decir que en la tierra de la guabinas, cumbias y porros, sonaban acordes discontinuos de guitarras eléctricas seguidas por bajos rítmicos y contundentes baterías que hacían brincar a los jóvenes y enrojecer a los mayores. Pero la verdadera llegada a Colombia del rock se da con fuerza en los acordes de los Rolling Stones, Grand funk railroad y Jemes Brown “el padrino del soul” para la creciente identidad de Hippies que contagiados por los gringo calan el “peace and love” con fuerza en una juventud habida de transformaciones para vivir. De toda esta primera invasión rítmica surgen por fin retoños criollos con "Génesis" integrado por Humberto Monroy, Edgar Restrepo, rock con ritmos colombianos "Malanga", conformada en 1972 por Chucho Merchan, Augusto Martelo logrando poner en la radio guitarras eléctricas con letras sociales y ritmos autóctonos. En 1979 llega el Punk a Colombia, marcando así una pauta para el ingreso del metal y el hardcore. Todos estos con sus nuevas estéticas de pelos muy cortos, camisas negras de poses anarquistas que escuchan a banda como Ramones y Sex Pistols.





¿Y en la tierra de la salsa qué? En Cali corren los maravillosos 70´s cuando en el escenario del teatro Calima se anuncia con bombos y platillos un concierto de rock, en la tarima “los Gatos”, grupo integrado por actores del TEC, que saltan y se contorsiona con mallas negras mientras guitarras hechizas y baterías construidas con los retazos de una banda de guerra sorprenden a los impávidos caleños. Pero es a finales de los setenta surgen grupos locales como “Arco iris” de Ferdy, “Hidra” de Miguel Fernández, “Eclipse” yayo Andrade, “Caos” de Juan Carlos Arango, “los demonios” con la fiebre gogo, Miky Calero, Cesar y Felipe Hurtado con “los Expreso del Oeste”. Todo esto rodeado de nadaistas, los grupos socialitas, los nuevos ricos, los inmigrantes que van creando esos espacios que le cambian a nuestra Cali la cara de pueblo, para ser ciudad capital del sur occidente Colombiano.


Mientras Medellín tuvo su Ancon en el 71, Bogota los conciertos en el Parque Nacional, espacios para la naciente nueve generación de melenudos siempre huyendo de la policía y seguros que con sus posturas estaban atacando a muerte el capitalismo. En Cali sonaban en coliseos, parques y potreros decibeles de sonidos y gritos eufóricos de mira ve queremos rock y varios grandes conciertos como el del pedregal que contó con muchas bandas locales, nacionales e internacionales tocando para multitudes mientras Gustavo Hincapié del grupo de teatro “la comuna” entre banda y banda subía pequeñas representaciones a la tarima, conciertos que apoteósico donde los alucinógenos que variaban desde cacao sabanero hasta los ácidos mas ácidos, y el ambiente de peace and love, con las niñas y sus largos cabellos llenos de flores medio cubiertas con minifaldas moviéndose como veían que se movían en USA con la "Beatlemanía". Mezclada con un poco de picardía latina, los hombres con sus melenas caminaban descalzos en una cofradía de sociedad idílica. Este gran movimiento de apertura logró dejar muchos quedados en los alucinógenos, otros arrepentidos se camuflaron en la sociedad de consumo y otros aún están por allí con la guitarra al hombro buscando un publico que los escuche o por lo menos esa armonía idílica donde se merecía estar, pero se habían extraviado del camino por las complejas pruebas que exige la subsistencia. DE CUANDO EL VENTARRÓN DEL PACÍFICO ESPARCIÓ EL ROCK : En 1984 llega todelar estéreo y lanzo en hondas hertzianas lo mejor del rock, pero esta emisora no marcho en solitario pues farallones estéreo poco después y animados por cautivar una audiencia joven de estratos sociales altos empezó a emitir por FM música rock en español, durante estos años se fue creando una naciente audiencia joven y debido a esto en 1990 llega radioactiva como hija de la cadena radial Caracol, que ya extendía por todo el país, en el 93 llega la súper estación de la cadena radial súper y para no quedarse atrás la mega de RCN se pega a la moda del rock, Pero con las emisoras pasa la triste realidad de nuestro modelo económico, si no vende no sirve y bajo esa vara se mide todo, entonces los amigos que ahorraron todos los recreos de un año y se compraron una guitarra y un amplificador Peavy, con una batería Tama y después de sacar callos en las yemas de los dedos lograron grabar un demo, pero al llegar a la emisora les toca medirse a pulpo de la industrial musical mundial, resultado se pierde por nocaut. Según Eduardo Arias ( columnista Bogotano y especialista en música), para que un grupo recupere los gastos de grabación de un trabajo es necesario vender entre cinco mil y diez mil copias, y si miramos el disco de “Sting” nothing but the sun, solo vendió en Colombia 250 copias, que se podría espera en ventas un grupo local frente a los 300 mil copias como mínimo que vende un éxito vallenato. La industria discográfica no arriesga en el rock local pues el mercado no es el suficiente como para contrarrestar los gastos de la creación de una estrella criolla, aunque en la ciudad hay estudios de grabación aceptables e ingenieros profesionales, donde cualquier grupo podría grabar en condiciones normales un trabajo, quién sabe sin en la comercialización recuperen la inversión de este esfuerzo y en estos momentos donde la piratería y los nuevos formatos de grabación están en furor es muy complicado que las casa disqueras apoyen proyectos inciertos en un mercado deprimido, y muchos menos si a los que nos gusta el rock no compramos rock caleño por que aun pensamos que es malo, ¿lo, es? Es más ¿alguna vez ha estado el rock en Cali? Bueno esas són preguntas para todo underground que trata de creer que Cali es mucho más que un poco de niches que tocan para mafiosos. En los 80´s también nacen en America Latina grupos que componen y cantan en español logrando audiencias masivas y rotación radial, entre ellos “los Abuelos de la nada”, “León Gieco”, “Los Prisioneros”, “Miguel Mateos”, “Charly García”, “Los Toreros Muertos”, “Los Hombres G”, “Soda” entre muchos más, y contagian de una fiebre del rock en nuestro idioma, espejismo que le dio la posibilidad de surgir a bandas nacionales como Compañía Ilimitada, Ana y Jaime, Ekhymosis, Kraken, Kronos, Estados Alterados, Poligamia, Toke de Keda, Los Aterciopelados, La Derecha, Bajo Tierra, Pestilencia, Masacre, Ethereal y Atrium. Pero que al mismo tiempo cuando el furor de rock se fue calmando estos grupos fueron desapareciendo por la misma inercia que los subió. Pero Festival Rock Al Parque de Bogota no dejo que este boom desapareciera totalmente y desde 1995, presenta al aire libre un mini Woodstock donde bandas rolas y nacionales alternan con lo mejor del rock en nuestro idioma logrando hasta el momento que nuestros rock no muera opacado por el aniquilador pop y despiadado chucu, chucu.


Y DESDE PAISALANDIA ¡Canta pues hombre!, “mentiras mi voz aún no ha muerto, no,no,no, solo he tomado un nuevo aliento, como la ausencia es silencio, quien sabrá lo que yo siento. Cuanto di sin esperar ya no se ni que pensar”(“Kraken” Elkuín Ramírez) En Medellín la tierra de codiscos, sonolux, discos fuentes y polo de la expansión del rock en Colombia casi a la par con Bogota que durante más de 20 años a generado rock de buena calidad y con rotación nacional, solo el caso de Ekhymosis, Pestilencia, Estados Alterados, Juanita Dientes Verdes, 1280 Almas, Los Árboles etc, son producto de una ciudad sin la invasión rítmica de la salsa y con el empuje paisa. ROCK CON SABOR A CALICALENTURA Después de la primera gran ola de los 60`s y 70`s, ya en los 80`s la música con la influencia del rock en español logra tener un figuración y grupos en su mayoría integrado por estudiantes de colegios y universidades de la ciudad se lanzan a la a ventura de sonar en Cali y aparecen bandas como, LCD, Aleación, Dakar, D`generatión, Antología.


De ellos solo logró salir al mercado nacional: “Kronos” de Jorge Fresquet teniendo éxito radial solitario, puesto que no grabaron de nuevo y desaparecieron. También cabe destacar intentos como “Resaca record” de Javier Arias y German Ocampo que trataban de emular el sello de grabación independiente “Culebra” de México ofreciendo ser casa disquera y promotora de los talentos locales contando en sus inicios con una banda como Superlitio (su grupo estrella), pero que las dificultades del mercado hicieron naufragar también en el mar de la música tropical y lo varado que mantienen los que escuchan rock local. Sólo a mediados de los noventas bajo el nombre de Calirock desde la Universidad del Valle se pensó la búsqueda de nuestro existencia roquera, pero esto quedó como tantos proyectos, desplomado por su propio peso y tras intentos de videos y grabación de discos, ésta buena labor desapareció y muchos de los grupos que la acompañaba también se han ido diluyendo en la historia, Dr. Faustos, Quekabra, Dakar, Antología, Santa Sangre son solo algunos nombres de los que han logrado permanecer un par de años en el panorama local pero al mismo tiempo desaparecen por la poca fuerza que logran coger. Hoy en nuestra Sucursal del cielo escuchamos nombres como Ad Libidum, El Pulpo, Cielo Rojo, Legend Maker (un grupo de virtuosos que debido a moverse en un genero musical de pocos seguidores en Cali aun siguen siendo desconocidos en el panorama musical de Colombia), Flor del Hito, La Tribu perdida, La torcida, (que toman elemento de muchas variaciones rítmicas tanto tradicionales como roqueras produciendo híbridos que cuando logran encajar en búsquedas musicales interesantes de los sonidos folclóricos con los posibilidades musicales que dan las guitarras eléctricas), La fabrica, Espiral (estos prendidos de loops y letras en ingles tratan de tocar para los cada día más seguidores de lo electrónico y sobre pistas que los hacen sonar muy bien logran hacer una música que a sido poco explorada en Cali.), Golpe Bajo, Kronos (con Jorge Fresquet una institución en el rock de la ciudad), Superlitio (para muchos los mejores y con más proyección nacional e internacional). Todos los grupos intenta mezclar blues, ska, funk, reggae, metal, heavy, folclor para logra sonar en los gustos de los caleños pero parece que aún nada funciona pues solo logran algunos seguidores constantes y muchos inconstantes, ¿quién sabe cuantos de estos grupos lograran pegar en la radio?, ¿o hacer una gira aunque sea nacional?.


¿Qué pasara en esta ciudad con el rock,? Victima de múltiples exclusiones y prejuicios, donde fenómenos como el de Julio Navas, ex Santa Sangre y hoy estrella de la balada pop, o prospectos de casa disquera como Ana Sol, logren figurar en el panorama musical nacional y tal vez internacional es muy posible por que responde a formulas clichés de hacer música para hacer dinero, pero de allí a que nuestras bandas locales figuren musicalmente es necesario que exista un verdadero movimiento que impulse la producción de estas, en Bogota hay más de treinta bares donde habitualmente hay banda locales y de Colombia en vivo, en Medellín pasa algo similar, hasta en ciudades más pequeñas como Armenia, Manizales o Pereira se siente que hay un espíritu juvenil hacia la música rock, pero en Cali no salimos del letargo de la maravillosa música tropical que acaparo el escenario y todos los rockeros camaleónicos terminan bailando trance en algúna bodega en las afueras de la ciudad. Mientras no se apoye a lo local no lograremos existir musicalmente, y esto se inicia en la preparación y calidad musical de las bandas, en la creación de propuestas novedosas, en las emisoras que roten lo local y por ultimo un equipo de promoción y distribución que garantice que los trabajos de bandas locales por lo menos se consigan en Palmira ve, y claro nosotros que somos los que en últimas debemos apoyar el rock made in Cali pasemos de las inmamables banderitas en la muñeca, para sentir, asistir y apoyar los sonidos de nuestro sueños atravesado por un rió. GRACIAS A FERDY Y MIKY CALERO POR SU APOYO EN ESTE ARTÍCULO.